Wednesday, March 30, 2011

Los medios populares al poder*



Por Emiliano Ruiz Díaz

Resulta tan repetitivo como a la vez necesario e ineludible reafirmar la importancia político-cultural de los medios de comunicación en los tiempos históricamente situados que corren y nos recorren, no sólo en los países “centrales” sino también en el mundo entero. Al escribir estas líneas, nos encontramos con el potente protagonismo de las llamadas redes sociales y los medios alternativos de comunicación como herramientas clave para sortear los bloqueos impuestos por los regímenes árabes del norte de África a los cuales les toca enfrentar el tórrido curso de diversas rebeliones populares-democráticas. En nuestro país, el cual por supuesto atraviesa otra etapa, persisten los debates acerca de la nueva ley de medios y sus alcances, a favor o en contra, desde el oficialismo o desde la oposición tradicional, desde el campo popular o desde donde sea. Estas marcas no son para nada azarosas y se proyectan hacia todo el continente nuestroamericano pues buena parte de la apuesta por una transformación profunda del actual estado de cosas o por el contrario su conservación – hablamos de la hegemonía capitalista global– depende de la capacidad de influir en el arenero social desde el terreno de la comunicación de las ideas y las concepciones de mundo.


Es en este marco que el último libro de Modesto Guerrero, Medios y poder en Venezuela: Aporrea y la prensa comunitaria, aparece como un aporte de peso político en la difusión de un aspecto muchas veces relegado a la hora de abordar el proceso bolivariano. Se trata de un libro militante, pues viene a proporcionar en breves páginas un conjunto de estadísticas, un acervo informativo y un posicionamiento que al ponerse de relieve chocan y desarman ciertos tópicos construidos por las grandes cadenas mediáticas hegemónicas del sistema y sus socios regionales: esto es, la machacona idea de que en Venezuela se ha establecido una dictadura que prohíbe la libertad de expresión. Se trata de un texto que podría sorprender a más de un sentido común pacientemente forjado por los medios del imperio y ahí reside una de las posibles patas de la importancia de su lectura y su difusión. A su vez, nos hallamos frente a un texto que polemiza con aquellas concepciones de izquierda que entienden únicamente las revoluciones desde la centralidad economicista y lo hace al colocar en la escena visible del proceso venezolano la estrecha vinculación del protagonismo de los medios comunitarios-alternativos con el crecimiento y la consolidación de los movimientos sociales como parte fundamental de la radicalidad transformadora que se inició en el país hace más de una década. Es un libro que de algún modo milita contra los abordajes sesgados de la revolución bolivariana (por derecha y por izquierda) y viene a decirnos que por si fuera poco nos andaba faltando conocer o mencionar un aspecto inescindible de su potencial disruptivo.


Pero más interesante aún resulta la principal tesis que vertebra Medios y poder. Idea-fuerza que ya no polemiza con otros actores políticos sino con la propia trama oficial del chavismo. En palabras de Modesto Guerrero:

“…la sustentabilidad en el tiempo de un proceso revolucionario, en Venezuela y cualquier país, depende de su socialización y democratización social, no de la estatización de los medios. El secreto de esa sustentabilidad histórica está en que no pasen de manos de la burocracia del capital a la burocracia del Estado”[1].


De esta manera, Modesto Guerrero apunta a la parte pero también al todo, y como intelectual del campo revolucionario que apoya el gobierno comandado por Hugo Chávez, plantea uno de los dilemas centrales y más actuales del proyecto transformador en Venezuela: el estatismo burocratizante y la repetición de viejos rumbos que ponen en peligro a la revolución o el desarrollo y la consolidación del poder popular como la profundización del camino socialista. Simultáneamente, y lejos de idealizar a los medios alternativo-comunitarios, el libro señala que son los propios movimientos populares los que muchas veces no terminan de cobrar conciencia de rol revolucionario que desempeñan como parte real y aportante de la ofensiva socialista. El reverso exacto de estas falencias, cita obligada en el libro, lo constituye quizás uno de las situaciones históricas más emblemáticas de la intervención social y política de medios alternativos como Aporrea, para ese entonces recién fundado: hablamos del golpe de Estado de abril de 2002, momento en que los medios comunitarios contrarrestaron la desinformación orquestada por los medios hegemónicos, participes y artífices de la desestabilización del gobierno popular que feliz y finalmente fracasó.


A fin de cuentas, Medios y poder… es apenas una introducción a una de las esferas menos abordadas y quizás más desconocidas después de 12 años de iniciada la revolución bolivariana. Su lectura y el conocimiento de las alentadoras cifras del creciente espacio de los medios populares que el libro enumera y que aquí no podemos reproducir por cuestiones de espacio, constituye un aporte para nuestra formación política y no deja de plantearnos similares tareas para nuestras propias experiencias militantes. Los medios populares al poder, aquí y allá. Y en toda Nuestra América.


28-03-11


[1] Modesto Guerrero, Medios y poder en Venezuela: Aporrea y la prensa comunitaria, Buenos Aires, Ediciones de la Cooperativa de Trabajo Red ECO, 2010, página 99.

* Reseña escrita para ser publicada en el segundo número de Batalla de Ideas, de próxima aparición.

Friday, March 11, 2011

Romina Gaetani




















Romina Gaetani

Esos ojos son dos esmeraldas salidas del Pandemonium del deseo.
Tienen el verde del mate cocido que toman los ángeles caídos.
Y esa boca es bochornosamente guasa y atrevida.
Tengo tanto calor que si me tiran un sol hago jueguito.

11-03-11