Vamos todos. Todos avanzamos.

Vamos todos. Todos avanzamos. Todos en el mismo sentido. A ritmo acompasado. Vestimos trajes oscuros. Nuestras pisadas retumban al unísono. Siempre hacia delante. Solo vemos la próxima curva, siempre la próxima escalera, para descender o para lo contrario. Olemos la orina. A veces la vemos a los costados formando charcos. Significa que algunos se detienen para eso, pero yo nunca vi, no sé los demás, no nos hablamos. Vamos todos. No tenemos cielos ni estrellas. Tenemos el blanco de los techos plastificados. Todos avanzamos, todos hacemos la procesión en estos cilíndricos senderos que se interconectan entre sí, ininterrumpidamente. Me gustaría despertar pero tengo que llegar. Tenemos que llegar a alguna parte. Nunca nada es infinito, ni siquiera este mundo de túneles puede serlo. Está la esperanza de que esto se termine. Mientras tanto vamos todos, todos avanzamos hacia el mismo lado. No nos cansamos nunca y eso nos cansa siempre. Cuando empezamos a sospechar de este infierno aparece la próxima curva y doblamos otra vez. Con nuestros trajes oscuros vamos todos. Todos avanzamos. A ritmo acompasado. Todo es cilíndrico, marchamos. Todos vamos.

21-02-13