Libia no se alivia*

Por Emiliano Ruiz Díaz. Siguen los conflictos en la Libia post-Gaddafi. Una movilización a favor de la autonomía del Este de Libia culminó en enfrentamientos entre manifestantes con el saldo de un muerto y varios heridos. El CNT busca frenar la situación mediante el entrenamiento de excombatientes en el extranjero, mientras los crímenes de la OTAN en el país siguen impunes.

Enfrentamientos en Benghazi por la autonomía

Luego de que a principios de mes se estableciera en el Este de Libia el autónomo consejo provisional de Cirenaica bajo el liderazgo del octogenario Zubair Ahmed al Senussi, el último viernes 16 de marzo una multitudinaria movilización en Benghazi a favor del denominado “federalismo” que reclama el nombrado consejo culminó en fuertes disturbios que se llevaron la vida de una persona y varios heridos. Si bien el referente del flamante consejo se encargó de afirmar que sólo reclaman algunas potestades administrativas y no desconocen la superior autoridad del CNT, el presidente de dicho organismo, Mustafá Abdel Jalil había declarado a la prensa que la constitución del consejo de Cirenaica ponía en riesgo la unidad nacional y que se trataba de un hecho instigado por intereses foráneos. Más allá de que posteriormente algunos medios desmintieran el fallecimiento, lo cierto es que los enfrentamientos entre diferentes grupos existieron y forman parte de una serie de violentos desencuentros que no cesan de sucederse en la Libia post-Gaddafi, a los que ahora se suma la controversia por la pretendida autonomía de una de las regiones con mayores reservas de petróleo del país. Los analistas internacionales hablan cada vez más de una probable balcanización que se retrotraería históricamente a la división administrativa que rigió en Libia hasta la unificación en una sola República en el año 1963. El país estaba hasta ese entonces dividido en tres regiones: Cirenaica (Este), Fezan (Sur) y Tripolitania (Oeste).

Las milicias se entrenan en el extranjero

Como parte de los esfuerzos del CNT por retomar una gobernabilidad difícil de recuperar en un país desmembrado por la rebelión social que culminó en la intervención de la OTAN y la consecuente caída de Gaddafi, las autoridades de dicha entidad anunciaron este lunes que enviarán a 2.500 excombatientes para recibir capacitación policial en Turquía y Jordania. Se trata en ambos casos, de países que apoyaron tempranamente el levantamiento social y que ahora se disponen a brindar una ayuda que el CNT libio considera fundamental para re-establecer la efectividad del aparato represivo y el orden civil. Si bien hasta el momento no hay precisiones, el nuevo gobierno libio dio a conocer este lunes que se busca llegar en diferentes y sucesivas etapas al número de 10.000 excombatientes entrenados en el extranjero. Por supuesto que los sectores insubordinados al gobierno transitorio de Abdel Jalil deberán tomar nota de estos movimientos, pues parecen destinados, en buena medida, a frenar las disidencias que se vienen sucediendo. El consejo provisional de Cirenaica es apenas una muestra de ello.

Los crímenes de la OTAN

Mientras en Mauritania una delegación gubernamental libia busca la extradición de Abdulá al Senusi, ex jefe de la Inteligencia militar del derrocado Gaddafi (reclamado también por Francia), a raíz de un comunicado dado a conocer por la organización Amnistía Internacional, la cuestión vinculada a los crímenes cometidos por la OTAN durante su intervención en Libia volvió a los primeros planos de la prensa mundial. Luego de hablar de aproximadamente 55 civiles asesinados, la organización afirmó este lunes que “deben efectuarse investigaciones adecuadas, y las víctimas y sus familias deben ser indemnizadas íntegramente”. A esto se sumó Rusia, país que viene insistiendo con mayor anterioridad respecto de la necesidad de una profunda investigación de estos crímenes: “Confirmamos la necesidad de investigar todos los crímenes cometidos durante el conflicto libio por todas las partes, incluidos todos los casos de muertes de civiles en los ataques de la OTAN (…) Es importante sobre todo porque la operación de la OTAN se hizo mediando serias violaciones del mandato del Consejo de Seguridad de la ONU”, afirmó el ministerio de relaciones exteriores en un comunicado dado a conocer a la prensa internacional.

Por su parte, el portavoz de la OTAN, Oana Lungescu afirmó que dicha coalición “ha estudiado todas las acusaciones creíbles de daños a civiles que hemos conocido y continuará haciéndolo (…) En relación a la sugerencia de que la OTAN debería investigar más, es importante señalar que la OTAN no tuvo observadores sobre el terreno durante la operación y no ha recibido mandato para realizar actividades en Libia tras la conclusión de nuestro operación”.

Por más excusas y acusaciones que se esgriman de un lado u otro, la realidad marca que las operaciones de la OTAN se multiplicaron por miles, no sólo violando la soberanía libia, sino también destruyendo ciudades enteras como en el caso de Sirte y generando una cuantiosa serie de “daños colaterales” (muertes humanas), sobre las cuáles existe un alto grado de falta de investigación, lo cual a esta altura se parece más a una cobertura explícita por parte de las potencias occidentales que a una demora propia de los tiempos administrativos de la legalidad internacional. Sin embargo, Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, declaró este sábado 17 respecto de la resolución del consejo de seguridad que permitió la intervención de la OTAN: “Nunca me he sentido tan orgullosa como en esa votación histórica que salvó miles de vidas inocentes”, desconociendo claramente los crímenes que en nombre de la liberación de Libia se cometieron.

En síntesis, la realidad del pueblo libio se debate entre las posibilidades aún latentes de la construcción de una nación democrática, con justicia completa o la prolongación de los enfrentamientos entre distintas tribus y fracciones sociales que pueden ser aprovechadas por intereses imperiales con el fin de dividir para reinar sobre el pueblo, pero también sobre el petróleo. Elemento que una y otra vez vuelve a aparecer sobre el tapete y no por mera casualidad.

20-03-12

*Artículo escrito para el portal de noticias Marcha